En un documental de la BBC llamado Diana, 7 días, el príncipe William y el príncipe Harry hablaron m{as abiertamente que nunca sobre la muerte de su madre. Con motivo del 20 aniversario de la muerteDe Lady Diana († 36), quien falleci{o en un accidente automovilístico en París en agosto de 1997, los príncipes hablaron sobre su dolor y cómo se enteraron de la muerte de su madre en ese momento."Recuerdo sentirme completamente aturdido, mareado y muy confundido", dijo el príncipe William en el documental. "Y te preguntas todo el tiempo '¿Por qué yo? ¿Qué he hecho? ¿Por qué nos está pasando esto?'", agregó.

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El príncipe William, furioso con la serie ‘The Crown’ por “explotar la vida de sus padres”

Cuando ocurrió el accidente, los príncipes estaban pasando sus vacaciones de verano con su padre, el príncipe Carlos, en el castillo de Balmoral en Escocia. Él fue quien tuvo que contarles a sus hijos sobre la muerte de su amada madre. "Una de las cosas más difíciles de ser padre es decirle a sus hijos que su madre murió" dijo el príncipe Harry en el documental. "Nuestro padre estuvo ahí para nosotros e hizo todo lo posible para protegernos y para que nos cuidaran", explicó.

La familia real británica quería proteger a los príncipes

Junto con la reina, el príncipe Carlos decidió quedarse en Balmoral con sus hijos para protegerlos del público y darles la oportunidad de llorar en paz. “Ni siquiera sabíamos lo que estaba pasando a nuestro alrededor. En ese entonces no había smartphones ni nada, por lo que no teníamos acceso a las noticias. Afortunadamente, pudimos llorar en privado, lejos del público", reveló el príncipe William. De vuelta en Londres, la reina Isabel II hizo todo lo posible para proteger a sus nietos.

Según el príncipe William, la reina se sintió "dividida entre su papel de reina y abuela de Harry y William". La familia real británica ha sido criticada por el público por su aparente falta de simpatía tras la muerte de Diana. En el documental, sin embargo, el príncipe William ilustra que la situación era un territorio inexplorado para todos los involucrados y que la familia pensó que era mejor que se llorara a puerta cerrada, lejos del público.