La reina Isabel, quien es conocida por su inmenso amor por los perros, está de luto pues su querida mascota Vulcan, quien la acompañó por los últimos 13 años, falleció esta semana. Según reportes de la prensa británica, el perro murió hace unas semanas en el castillo de Windsor, lugar donde la reina pasará las fiestas navideñas en compañía de su esposo, el príncipe Felipe. Esto es todo lo que sabemos sobre la tragedia canina que envuelve a la familia real.

Murió perro de la reina Isabel

A solo unos días de habernos enterado de la muerte de Lupo, el perro del príncipe William y Kate Middleton, otra tragedia canina envuelve a la familia real.

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La reina Isabel y un corgi en Welshpool, Gales, en 2010.

De acuerdo con The Daily Mail, la reina Isabel está de luto tras la triste muerte de su perro Vulcan, uno de sus acompañantes de cuatro patas por los últimos años.

El perro, una cruza entre un corgi (raza favorita de la reina) y un perro salchicha (o “dachshund”), fue adoptado por la reina en 2007 y provenía de un largo linaje de mascotas descendientes de uno de los corgi de la reina y el pero Pipkin, de la princesa Margarita.

¿De dónde viene el amor por los perros de la reina Isabel?

Vulcan, que falleció hace unas semanas en el castillo de Windsor, no es el primer perro que la reina Isabel cuida y quiere. De hecho, es bien conocido que la monarca británica guarda un particular amor por los animales de cuatro patas.

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La reina Isabel y el príncipe Andrés, en 1962.

Después de conocer a los pequeños perros de los hijos del marqués de Bath, Thomas Thynne, el rey Jorge VI llevó al castillo a un peludo animal para sus hijas, cuando la hoy reina tenía solo 10 años. Desde entonces, la longeva mandataria ha cuidado a más de 30 corgis y cuatro dorgis.

Tras la muerte de Vulcan, la reina Isabel se ha quedado solo con la pequeña Candy, hermana del fallecido cachorro. De acuerdo con medios y especialistas, la madre del príncipe Carlos dejó de criar animales desde hace unos años pues no quiere dejar abandonar a ninguna de sus mascotas después de su muerte.