A sus cortos siete años el tercero en la línea de sucesión de la corona inglesa, el príncipe George, ha demostrado ser todo un personaje icónico que puede darle un giro radical a lo que se consideraba dentro de la norma de la monarquía.

Y es que, históricamente, los sucesores al trono han sido educados desde pequeños para tomar carreras ya sea en el ámbito militar o de la política. El pequeño George, cuyos padres han hecho lo posible por hacer que tenga una vida normal, dentro de las posibilidades de su posición (y cómo lo hizo la Princesa Diana en su momento con sus hijos), comenzó el año pasado a tomar lecciones de ballet, algo impensable hace apenas unas décadas para alguien destinado a ser rey.

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El Príncipe George en la regata King's Cup

Desde que el mismo Buckingham Palace revelara el verano del año pasado que dentro de las materias que tomaría el joven príncipe estaría ballet, la reacción del público fue mixta, siendo las de aprobación las de más fuerza.

Las clases de ballet del pequeño George podrían ser el inicio de un cambio radical

Ahora bien, no es que George mismo haya mostrado un interés particular por esta bella actividad, sino que la materia forma parte del currículum obligatorio de St Thomas’s Battersea, el colegio en el que estudia.

De acuerdo con estudios, una formación básica en ballet es indispensable para desarrollar diferentes habilidades incluyendo artísticas, motrices, de concentración y de balance. Además, de acuerdo con Adrian Dearnell de la revista Forbes, podría ser una gran actividad para la formación del pequeño príncipe en cuestiones de presentación pública.

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Los príncipes William, George y Charlotte, junto a Kate Middleton, en el Aeropuerto Internacional de Victoria, en 2016.

George no es el único de la famosa familia real en practicar ballet. En una reciente entrevista para la BBC radio, Camilla, la Duquesa de Cornwall, reveló su pasión por el ballet, y lo feliz que la hace poder practicarlo como actividad física.