Interpretar a James Bond, el popular agente secreto del MI6 (servicio de inteligente británico), supone todo un privilegio y también una gran responsabilidad. No tanto al inicio, pero a día de hoy el actor que acepte el reto ha de estar muy seguro de que quiere ponerse el traje de 007. Porque si la actuación no convence da igual todo lo que hagas después, muchos lo recordarán como el fracaso de Bond.

Ellos han sido Bond, James Bond

Empezó Connery, para muchos el mejor de todos los tiempos, que apareció en el papel un total de seis ocasiones en actitud bastante machista huelga decir. Luego llegarían George Lazenby -el menos conocido y el más alto, con 1’89 metros de altura-, Roger Moore, que le dotó de un humor irónico y una galantería peculiar en siete películas; Timothy Dalton, un agente bastante soso pero muy lanzado en las escenas de acción en las que prefería no utilizar dobles; el irlandés Pierce Brosnan, el más atractivo, supo mezclar humor y mala baba a un Bond más moderno, simpático y con mayor sex-appeal; y Daniel Craig, el más serio y frío, también el más bajito.