Películas cuyos personajes lidian con una enfermedad mental

Leonardo DiCaprio interpreta a Howard Hughes, el excéntrico multimillonario cineasta y pionero de la aviación que luchó contra el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) durante toda su vida, en este drama biográfico. La película ofrece una visión de los retos y complejidades de vivir con una enfermedad mental crónica, al tiempo que muestra los notables logros de Howard.

Basada en las memorias de Susanna Kaysen, esta cinta ofrece una visión única y a menudo inquietante de la vida en una institución psiquiátrica en los años sesenta. Aunque la película plantea valiosas cuestiones sobre el diagnóstico, el tratamiento y las percepciones sociales de la salud mental, es importante abordar su retrato de la enfermedad mental con una mirada crítica.

Jim Carrey y Kate Winslet protagonizan este romance de ciencia ficción que explora la naturaleza del amor y la memoria a través de la historia de una pareja que se somete a un procedimiento para borrarse mutuamente de la mente tras una relación tumultuosa. La película plantea cuestiones sobre la identidad y la autopercepción, al tiempo que ahonda en las consecuencias psicológicas del desamor.

Basada en la novela de Ken Kesey, es una película compleja y controvertida que aborda la representación de la enfermedad mental en las instituciones. Aunque es innegable que sensibiliza sobre la cruda realidad de la atención psiquiátrica a mediados del siglo XX, la descripción que hace la película de la enfermedad mental ha suscitado un debate constante.

Natalie Portman interpreta a la perfección a Nina Sayers, una bailarina consumida por su deseo de conseguir el papel protagonista en una prestigiosa producción de 'El lago de los cisnes', en este thriller psicológico. La exploración de la psicosis de Nina es a la vez inquietante y cautivadora, y ofrece una moraleja sobre los peligros de la obsesión y el perfeccionismo.

Esta comedia dramática agridulce sigue a Pat Solitano Jr., un hombre con trastorno bipolar que intenta rehacer su vida tras pasar un tiempo en un centro psiquiátrico. Jennifer Lawrence interpreta a Tiffany Maxwell, una joven viuda que lucha contra la depresión. Su improbable amistad ofrece una visión esperanzadora y llena de humor de la vida con una enfermedad mental.

Casey Affleck ganó un Oscar por su cruda y matizada interpretación de Lee Chandler, atormentado por el dolor y el trauma en este drama emocional. La película ahonda en el impacto duradero de la pérdida y en los retos de vivir con depresión, incitando a los espectadores a considerar las complejidades de las enfermedades mentales.

Johnny Depp interpreta a Gilbert Grape, un joven responsable del cuidado de su madre, que padece obesidad mórbida, y de mantener a flote a su familia en este drama de madurez. Mientras compagina estas responsabilidades con sus propios sueños y deseos, la película pinta un cuadro conmovedor de la depresión y la ansiedad, al tiempo que celebra los lazos de la familia y la comunidad.

Logan Lerman ofrece una conmovedora interpretación de Charlie, un tímido estudiante de primer año con depresión no diagnosticada. Su conexión con dos estudiantes de último curso que le aceptan por lo que es ofrece un retrato cercano de los problemas de salud mental de los adolescentes.

Joaquin Phoenix interpreta a Theodore Twombly, un escritor solitario que entabla una relación con un sistema operativo de voz inteligente llamado Samantha, al que pone voz Scarlett Johansson. Aunque no se le diagnostica explícitamente ninguna enfermedad mental específica, muestra signos de depresión, soledad y ansiedad social. Le cuesta conectar con otras personas y encuentra consuelo creando cartas sinceras para los demás, pero le falta valor para expresar sus propias emociones.